A finales del siglo XX e inicios del XXI, durante el segundo semestre del año, en Colombia, las noticias sobre el Concurso Nacional de Belleza y sus candidatas ocupaba la agenda de los medios de comunicación por encima de cualquier hecho político, deportivo o cultural. A mediados del mes de noviembre, época en la que se realizaba la coronación de la “Reina”, durante las festividades de Cartagena de Indias, el país prácticamente se paralizaba.
Por eso se decía que el Reinado era un reflejo de la nación colombiana. La anterior frase nadie la discutía, pero, ¿realmente qué significado tenía?, ¿en verdad era tan importante para todos los colombianos ese evento?, ¿qué se escondía detrás de ese lugar común tan publicitado? En busca de estas respuestas se hizo este documental, que se ha visto en varios países del mundo.
¿Qué premios ganamos?
Su Majestad el Reinado fue seleccionado a la Conferencia Mundial de televisión Pública de Calidad INPUT 2003, que se celebró en Dinamarca.
Selección a mejor documental latinoamericano en Biarritz 2003
Muestra de cine colombiano en Francia y Alemania, 100% Documental 2003.
Comprado por el Canal Plus de Francia
Una visión crítica del Reinado Nacional de la Belleza
Gracias a otro espacio que se abrió por concurso para alimentar a la televisión pública, desde la Dirección de Comunicaciones del Ministerio de Cultura, bajo el título Diálogos de Nación, pudimos darle forma a otra idea que también salía de la entraña.
Álvaro Perea que en ese entonces ya hacía unos añitos había decidido dejar definitivamente el periodismo escrito, conocía como todos los colombianos el Reinado Nacional de la Belleza, pero además, por su trabajo como redactor en la revista Cromos tuvo una cercanía con el evento, que paralizaba dicha Revista como paralizaba al país.
Esto atizó su visión crítica frente a él y le hizo preguntarse si era realmente un encuentro nacional, que representaba a toda Colombia. Con esos interrogantes surgió el proyecto documental y ganamos y fuimos muy felices, en parte porque la versión de ese año del Reinado nos regaló —como un giro para la línea dramática del propio evento y como una sorpresa para nuestros argumentos— la elección de la primera reina nacional de la belleza negra.
¿Podríamos haber sido más afortunados? No, mentiras sí, pero no lo fuimos del todo. En la misma convocatoria habíamos presentado otro proyecto que se llamaba La Selección de Fútbol como símbolo de identidad nacional, y aunque también obtuvimos el mayor puntaje, no podían premiarnos dos proyectos y decidieron dar el premio al proyecto del Reinado y negarnos el otro.
Cabe anotar, que ese año la Copa América se diputó en territorio colombiano y, por primera vez, la selección Colombia se coronó campeona continental. Definitivamente estábamos rezados.
